Existen prácticas cotidianas, que aunque parezcan inofensivas, pueden tener efectos dañinos en nuestra salud corporal.
1. Estilo de vida sedentario
Debemos cuidar nuestra salud y evitar actos que dañen nuestras articulaciones, así conseguiremos liberar a nuestras rodillas, manos y caderas son las que más presión aguantan, esta demostrado en un reciente estudio médico titulado: «La pérdida de peso reduce las cargas en la articulación de la rodilla..» donde se avala que por cada 0,5 kg de peso corporal perdido significa 1,8 kg menos de presión en las articulaciones.
Estos malos hábitos provocan rigidez muscular debido a una conducta excesivamente inactiva. Por ello es recomendable mantener una dieta saludable y realizar una carga de ejercicio proporcionada enfocada en las articulaciones, optar por alimentos más equilibrados y compensar las horas de descanso con las de trabajo y deporte.
Es una buena opción elegir suplementos ricos en glucosamina para aportar un extra de recuperación articular.
2. Fumar
Seguro que ya estabas pensando en dejar de fumar, pero ahora tienes un motivo extra, los cigarrillos contienen nicotina que al ser inhalada estrecha los vasos sanguíneos y restringe la cantidad de oxígeno y nutrientes esenciales que van a recibir las articulaciones. El cartílago puede llegar a desaparecer y desencadenar en una mala conexión entre el hueso y las articulaciones.
Es aconsejable evitar el consumo de tabaco y derivados que estén relacionados con el acto de fumar, es importante que sepas la importancia de cuidar tu salud articular y proteger a tu cuerpo de dolores y futuros problemas óseos.
3. Insomnio
Probablemente no conocías que la falta de sueño estuviera estrechamente relacionada con el dolor articular, pues así es, esta altamente demostrado que afecta directamente a personas con problemas óseos y/o articulares además la falta de sueño puede agravar el dolor que sientas durante el día.
El movimiento y el entrenamiento especifico de las articulaciones ayuda a sentir menos molestia, y por lo tanto, favorece la conciliación del sueño colaborando así doblemente a contrarrestarlo.
4. Exceso de ejercicio
La clave reside en encontrar nuestro limite entre deporte y descanso, no es recomendable abusar del ejercicio ni atosigar al cuerpo con grandes cantidades de movimiento en poco tiempo, el cuerpo necesita descansar y ejercitarse de forma equilibrada.
Alcanza el punto óptimo con una rutina habitual que incluya tanto cardio como entrenamiento de fuerza. Según Porter, incluso las personas mayores de 70, 80 y 90 años pueden mejorar su función muscular con el entrenamiento de resistencia, lo que mejora su calidad de vida y reduce el riesgo de caídas.
5. Grandes cargas de peso
Es bien sabido que levantar objetos pesados de manera incorrecta, puede provocar tensiones y desequilibrios corporales. Estos desajustes aportan estrés a las articulaciones, que puede desencadenar en la perdida y/o desaparición del cartílago.
El consejo es no levantar cargas que requieran más de una mano para levantarlo y siempre es mejor utilizar ambas manos/brazos para cargar los objetos.
Orgullosamente impulsado por WordPress